Los pasajeros dijeron que ellos han estado en el bote por 3 meses, narraron que 10 de ellos fallecieron y fueron lanzados al mar.
Las autoridades Thais les han negado permiso para que el bote arribe al puerto. El oficial de la policía regional, mayor Puttichat Akhachan dijo a Reuter: “les hemos negado la entrada al país, pero les hemos brindado agua y comida, cumplimos nuestras obligaciones con los derechos humanos”.
Ellos se han mantenido con vida, gracias a la comida y agua que los han dejado algunos botes pesqueros.
Reportes manifiestan que se han visto forzados a beber su propia orina en desesperados intentos de sobrevivir.
Un bote pescador de madera, llevando aproximadamente 400 Bangladesíes y musulmanes de Myanmar, está a la deriva en al mar de Andaman.
El reportero del New York Times, Thomas Fuller dijo que los migrantes rogaban llorando, cuando él y otro periodista se acercaron al bote, diciendo. “agua por favor, ayúdenos, no tenemos agua, por favor deme agua”.