La creciente había sorprendido a este perrito, de raza común, perro runa se diría en el argot popular ecuatoriano; y ya moribundo había perdido las fuerzas para batallar y sobrevivir, el agua lo arrastraba como a una hoja de arbol. Sin embargo, el también tuvo sus angeles de la guarda.
La policía colombiana lo había divisado y desesperadamente intenta el rescate una y otra vez, pero vez trás vez fracasan por la fuerza de la corriente. La corriente es como un animal, un depredador gigantesco que se niega a soltar a su presa, pero ellos como que se tratase de un ser humano, de un hijo de ellos no se dan por vencidos y sus corazones, con la misma fuerza de la corriente consiguen salvar una vida, que no por ser de un perro es menos valiosa que la de nosotros, humanos.
Estas imagenes apreciado lector de radiolimon.net, nos devuelven la fé en la humanidad, nos hacen notar de que no todo está perdido y el Soplo de Vida que Dios nos dió en algún momento de nuestra evolución, se mantiene aún, que la ambición de las transnacionales, narcotraficantes, políticos y abogados sin consciencia no será superior a ese álito de humanidad que viene en nosotros.
"Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales". Gandhi