Quito. En una amena entrevista con la revista La Otra, José Serrano, ministro del Interior, habló sobre la labor que realiza, sin horarios, como representante de esta Cartera de Estado y su rol como hombre de familia, padre, hijo, esposo y hermano.
En su despacho reposan retratos de su familia, esculturas de policías, medallas y reconocimientos de los distintos grupos élites de la Institución. Hay un curioso cuadro, como el de ‘Wilson’, la pelota de la película El Náufrago. Este último fue entregado por su mejor amigo, quien le dijo “te lo doy para que no te sientas solo en el poder”.
Sin embargo, José Serrano no está solo. A él lo acompaña su familia, la Policía y la ciudadanía que respalda su gestión como representante del Ministerio del Interior y los logros que ha alcanzado en casi cuatro años, al mando de la fuerza pública.
Su vida estuvo rodeada de libros en una casa en la ciudad de Cuenca. Dice que las paredes de su hogar estaban llenas de estos y que su padre podría adivinar el nombre del libro y el autor cuando alguien, al azar, leía algún fragmento.
Ser humano sin miedos
Es un hombre sin miedos, por tanto espera que los ciudadanos de Ecuador también pierdan el temor. Desde su ingreso al liderazgo de la fuerza pública, Serrano ha brindado total apoyo y respaldo a los gendarmes y sus unidades élite, para la desarticulación de bandas de crimen organizado. A los delincuentes, José les lanzó “bandera negra” y les declaró la guerra. No tiene miedo de ellos ni de sus amenazas y así lo ha demostrado al encerrarlos tras las rejas por sus crímenes.
A simple vista proyecta una imagen seria. Tras los rasgos físicos que denotan seriedad, José es una persona amable, atenta y querida por la gente. Un día, el ministro caminaba por el Centro Histórico de Quito. Conforme avanzaba por las calles, los ciudadanos se detenían a saludarlo, tomarse fotos con él y agradecerle por el trabajo que realiza contra la delincuencia.
Su oficina, con un estilo clásico, revela un poco más su personalidad. Es un hombre de familia, que extraña a su hermano y a su padre. Pérdidas familiares irremediables, que el tiempo no puede curar pero que le ha ayudado a sobrellevar el peso de su ausencia. Un portarretrato de cristal con la fotografía de Jorge, su hermano, encabeza la lista de caras familiares, sobre un modular de madera.
El trabajo como ministro, sin duda resta tiempo y horas valiosas que podría pasar con la familia. José considera que no importa el tiempo, así sea mínimo, si este es valioso y se aprovecha al máximo, vale la pena. Más aún si su familia comprende la labor que realiza por el Ecuador y le brinda total apoyo.
Durante la realización de una sesión fotográfica de José, para la edición de la revista, se comprobó que es un bromista innato y a la vez tímido. Una vez que entra en confianza, los comentarios y bromas surgen, con esa característica propia de los cuencanos.
José confesó que añora su ciudad natal, su familia y sus amigos. Es un padre abnegado y siempre está pendiente del bienestar y la educación de ellos.
Pese a encabezar el puesto de los ministros más populares del país por su gestión y personalidad, la candidatura a la Presidencia no es algo que haya pensado. Sin embargo, si se tomara esa decisión dentro del partido político, sin duda José pondrá lo mejor de sí para desempeñar un buen papel por el bien de la ciudadanía.
Sea la hora que sea, está pendiente de la labor que realiza la Policía y las notificaciones del trabajo de la Institución del orden, a cada minuto. El ministro se siente identificado con los policías y se apropia de su trabajo. Tanto así, que el 16 de mayo, él mismo se dirigió a las 03h00, a la casa de la familia Acosta, para entregarles a su hijo que había sido rescatado de un secuestro.
Fuera de la presión de las cámaras, de periodistas y demás, José vuelve a su oficina clásica, de madera, a seguir gestionando su deber como ministro. En esas cuatro paredes lo acompaña el libertador Simón Bolívar, quien se convierte en una guía y ejemplo para seguir luchando por el bienestar y la seguridad de los ecuatorianos. Ministerio del Interior.