Al hablar de Girón no se puede dejar de nombrar a la achira, planta símbolo de este cantón ubicado al sur de la provincia del Azuay.
De la achira sus habitantes preparan una diversidad de alimentos entre los que destacan el pan y dulce de almidón, coladas, tortas entre otros irresistibles manjares para el más exigente paladar.
Al adentrarse un poco más en la historia de Girón y el trabajo de su gente se tiene que hablar de la achira que, según el alcalde José Miguel Uzhca, su cultivo era prioritario para los hogares gironenses y que hoy se trata de recuperar a través de festivales como el de ayer en el parque de La Escaramuza que reunió a habitantes y asociaciones de productores de varios sectores.
Uzhca dijo que tan importante era la achira que los habitantes de otros cantones les pusieron el sobrenombre de "achiras" a los pobladores de Girón incluso existió hace 40 años una de las primeras industrias del pan de achira que comercializó a los cantones de Pasaje y Machala, pero por la migración y la competencia con la harina, trigo y cebada se fue perdiendo.
Importancia
Mientras acomodaba el stand para exponer alimentos derivados de la achira, Ana Pillancela, integrante de la asociación de productores de San Gerardo Wawalpata de la comunidad Fátima, recordó que antes la mayoría de familias del cantón se dedicaban al cultivo de la achira en los campos, proceso que dura alrededor de ocho meses, por lo que se siembra una sola vez al año.
Manifestó que la planta se caracteriza por hojas anchas y sobretodo el tubérculo del cual se obtiene el almidón, especie de harina, para elaborar los alimentos.
Indicó que para conseguir el almidón se conserva la técnica de los antepasados al rallar o moler el tubérculo para obtener una masa que se lava paulatinamente por cerca de un mes hasta tener la harina.
A un costado estaba la carpa de la asociación Leocapac Unidos, de la comunidad Leocapac. Uno de sus integrantes, Moisés Quituisaca, acotó que de los productos que se obtienen de la achira el más reconocido es el dulce de almidón que se vende especialmente en las festividades de Corpus Cristi a fines de mayo e inicios de junio y en la del Señor de Girón entre octubre y noviembre, que reúnen a cientos de personas.
Variedad
En el festival se expusieron una variedad de alimentos como helados de paila de achira, que elaboró la asociación Trece de Mayo de la comunidad Fátima.
Vilma Tenesaca, integrante de la asociación, dijo que para hacer el helado se tiene que cocinar el tubérculo de la achira, luego se pela y pica en porciones pequeñas que se licuan con leche. El jugo que se obtiene se coloca en una paila con hielo y sal para moverlo por unos minutos.
Otro producto que llamó la atención fue el tubérculo cocinado que elaboró la asociación Gironense. Una de sus integrantes Yolanda Fárez, indicó que se pela el tubérculo quitándole la corteza, quedando una masa suave que se acompaña con leche o café.
Los dulces de almidón de achira no podían faltar. Mercedes Ochoa, dueña de un local frente a la Casa de los Tratados, que participó en el festival, dijo que la achira se mezcla con miel de panela, huevos y esencias, para obtener la masa que se pone al horno.