Fotografía: Wilson Cabrera G.
Cinco años atrás, Angel Peláez compró una hectarea de terreno en el cantón Limón Indanza, Morona Santiago, con mucha ilusión. Había aprendido a cultivar la tierra desde niño y con sus ahorros, adquirió un lote de casi una hectarea en las Cimas de la 12 de Diciembre.
Sembró plátanos, caña, yuca, oros, que le permitían llevar a su familia algo de comida. Construyó además, una pequeña vivienda en donde almacenaba productos e insumos y a veces, se quedada a dormir, sin imaginar que un enemigo invisible acechaba.
El deslave. Acaba de llevarse el producto de sus cinco años de esfuerzo y sueños. Apenas avanzo a retirar el zinc y unas tablas.
El, de un grupo de propietarios de fincas en la zona, a sido hasta el momento el mas afectado.
A grosso modo, desde el pueblo se puede apreciar la magnitúd del fenómeno, quizá unas 5 hectareas de tierra están ya cuarteadas y continúan en descenso hacia la quebrada Romero, unas decenas de metros mas abajo, que en caso de que recibir miles de toneladas de material arcilloso, indudablemente crearía una represa cuyo desenlace no nos atrevemos a imaginar.
La municipalidad del cantón a emprendido planes de mitigación que se espera reduzca el grado de peligrosidad de estos deslaves, entre ellos, declarar zona de emergencia al sitio; sin embargo, mientras realizabamos este reportaje, se podían ver reces pastando a unos cientos de metros del sitio.