Personal del Grupo de Operaciones Especiales y Dinased recuperaron el cadáver del río para posteriormente trasladarlo al Centro Forense para los trámites respectivos.
Edison Xavier Calderón, de 33 años, desapareció la noche del sábado 30 de julio y fue hallado sin vida la tarde de ayer, en el río Cuenca, sector Guangarcucho.
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Martha Quizhpe, moradora del sector, relató que alrededor de las 16:30 se dirigía a ver a sus animales, cuando al pasar por la orilla del río percibió un fuerte olor, lo que le llamó la atención y se puso a buscar de qué se trataba, encontrándose con un cuerpo humano entre las piedras del afluente.
Quizhpe dijo que luego de reponerse del susto llamó al ECU-911 para notificar el hallazgo y a los pocos minutos llegó un patrullero de la Policía para verificar la novedad.
Diligencia Para las diligencias del levantamiento del cadáver acudieron agentes de la Dinased y Criminalística. Por la dificultad de acceso al río fue necesaria la colaboración de los efectivos del Grupo de Operaciones Especiales. El cadáver fue trasladado a las 19:30 al Centro Forense, para la necropsia de ley.
Juan Ruíz, agente de la Dinased, dijo que el cadáver se encontraba en avanzado estado descomposición por lo que no se observaba huellas externas de una posible agresión física, por ello serán las pericias forenses las que establezcan la causa de la muerte.
Identificación Alrededor de las 20:00 los familiares de Edison Xavier acudieron al Centro Forense, donde comprobaron que se trataba de él y, en medio de su dolor, piden a las autoridades judiciales que investiguen las circunstancias de su deceso, ya que consideran que no se trató de un caso fortuito.
José Calderón, relató que su hermano salió de la casa, ubicada en Quinta Chica, frente al Parque Industrial, la tarde del sábado para reunirse con sus amigos. Indicó que por versiones de las personas que estuvieron con él se conoce que alrededor de las 21:00 se despidió, en la avenida Tres de Noviembre, sector del puente de El Otorongo, anunciando que retornaba a la casa porque no estaba con ánimo para acompañarles a un bar.
Los allegados manifestaron que desde su desaparición lo buscaron en hospitales, centros de detención y en los cantones sin resultados.
Ximena Calderón recordó que su hermano trabajaba en un taller de muebles rústicos y que deja en la orfandad a una hija de nueve años. Ahora los familiares esperan que las investigaciones aclaren las circunstancias de la muerte, para que el caso no quede en la impunidad.
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