Una de las leyendas urbanas mas conocidas en todas las partes del mundo, es la de hombrecillos de no mas de un metro de alto que generalmente llevan puesto un sombrero y algo de vestimenta verde.
Niños de la escuela Simón Bolivar indican el lugar donde cada vez que llueve, asoma un duende
Duende, es el nombre con el que se conoce a estos seres casi idénticos a los humanos difiriendo de el, en el hecho de que son poseedores de poderes mágicos y viven en cuevas o bosques, topándose con humanos de vez en cuando, por circunstancias imprevisibles.
Hace unos 4 años atrás, un amigo de la Radio Limón, don Rogelio Coronel, un campesino de esos que no mienten nunca, nos comentaba una experiencia que había vivido en su juventud:
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"Venía a pie desde Indanza, cuando aun la vía no llegaba al Plan, a eso de las 2 de la mañana. Era obscuro y solamente la luz de la linterna me permitía avanzar, caminaba y caminaba con la esperanza de llegar al Plan y allí, esperar que algún carro que me lleve a Limón. Estaba cerca cuando de pronto, en lo que mi linterna enfocaba, entre los matorrales de al lado, divisé un hombre chiquito que tenía un cuerno en su frente y me sonreía. Mi cuerpo se sacudió de espanto, mas armado de valor le dije: ´quien eres?´ y el siguió mirándome y sonriendo sin decir nada. Sentía mi corazón latiendo en la boca y sin embargo, me acerqué y le pegué un puñetazo. Era como golpear una llanta y luego no se que pasó, no volvió a asomar".
Don Rogelio, repetimos, es de esa clase de gente que aun existe y no miente; por ello, tomamos su versión como cierta; aunque, le dijimos que si existen casos de personas que han llegado a desarrollar cuernos en la frente como el caso de la señora china Zhang Ruifang, un sonado caso a nivel mundial.
Y, continuamos con la explicación a don Rogelio: podría haber ocurrido que algún niño nació en alguna parte de nuestra amazonia, con alguna malformación, tal como una protuberancia en la frente y sus asustados padres lo abandonaron. El niño sobrevivió y de allí el encuentro.
Años después, la historia vuelve a repetirse, en esta ocasión en la escuela Simón Bolivar en esta semana:
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Un niño de once años, hizo novedad pues comentó que al subir al terraplen que existe unas decenas de metros arriba de la escuela, había encontrado un duende y que incluso, intentó llamar al 911 pero no había señal.
Su tía comenta que es cierto, que debido a la fuerte lluvia, se iba a ratos las llamadas de celular y la televisión satelital; sin embargo, manifiesta respecto a la historia del niño, que mas bien le afectó el haber perdido el año y que tal vez no quiere ir a la escuela.
Mas otros niños de edad similar que guarecían de la lluvia al medio día de ayer en la entrada de la iglesia, decían que no es la primera vez que asoma ese señor, que siempre que llueve duro aparece, señalando incluso una especie de cueva formada en la peña del terraplen como su escondite. Una vivaz niña del grupo comentó que ella si lo había visto y que el duende tenía cara arrugada y estaba serio. Que te concede 3 deseos pero al día siguiente te va llevando.
"Por eso, yo mejor le pido cualquier cosa a mi papá que está en los Estados Unidos y me concede mejor que el duende", dijo la niña.