El objetivo de los cuidados paliativos es ayudar a usuarios con enfermedades graves, con pronóstico de vida limitada, diferentes tipos de discapacidad o de avanzada edad a sentirse mejor. En Gualaquiza, el Ministerio de Salud, MSP, a través de brigadas domiciliarias brinda esta atención personalizada con un enfoque médico, emocional, social y espiritual. En cada recorrido semanal, el equipo de salud visita alrededor de siete hogares.
A través de este servicio, la Dirección Distrital 14D04 pretende mejorar la calidad de vida de las personas que por sus condiciones de enfermedad o discapacidad no pueden asistir con regularidad a los Centros de Salud. El equipo de visita domiciliaria para cuidados paliativos está compuesto por un médico, enfermera y psicólogo. Ellos dan un tratamiento específico a los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad que adolece el usuario.
Los cuidados paliativos brindan: apoyo para al usuario enfermo o con discapacidad y a toda su familia, alivio del dolor y los síntomas para el paciente y ayuda psicológica a los miembros de la familia y a los seres queridos que desean permanecer cerca del usuario en tratamiento.
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“Los cuidados paliativos pueden brindarse al mismo tiempo que los tratamientos destinados para curar o tratar la enfermedad. El usuario puede recibir cuidados paliativos cuando se diagnostica la enfermedad, durante todo el tratamiento, durante el seguimiento y al final de la vida”, explica José Delgado, médico de la brigada.
El equipo especializado evalúa a los pacientes mientras están en hospitalización y luego en consulta externa a fin de determinar la necesidad de brindarle este tipo de apoyo médico domiciliario. Este servicio siempre ha formado parte de la política pública de salud del MSP y la Dirección Distrital 14D04 y en el último año se ha intensificado con la conformación del equipo permanente de visitas domiciliarias.
“Tratamos de conocer a los pacientes en todas sus facetas y estados de ánimo. Cuando los pacientes se sienten mejor en todas las áreas, tienen una mejor calidad de vida”, apunta Francisco Saquicela, psicólogo del Hospital Misereor.
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