Dolores, enfermedades graves y hasta la muerte se pueden detectar mediante el conocimiento ancestral.
Con una serie de molestias en su cuerpo, Luis G. llegó hasta la localidad de San Isidro ubicado a 15 kilómetros del centro de Pujilí, en Cotopaxi. En el sitio lo esperaba doña Rosa Guamán, quien desde hace 25 años realiza la popular ‘limpia’ con cuy.
En los pueblos andinos, esta actividad forma parte de la medicina casera, por medio de la cual se llega a descubrir y tratar las enfermedades que aquejan a la población. A este roedor se lo asocia con la purificación del alma, la sabiduría y la buena suerte.
El procedimiento
Luego de atravesar un pequeño bosque y un puente de madera, Doña Rosa sale a recibirlo, se lava las manos, toma un recipiente con agua y recoge al animal. Este debe cumplir ciertos requerimientos para asegurar la eficiencia del análisis. En este caso debe ser ‘maltón’ (joven) y macho. Mientras conversa con su paciente, pasa ligeramente al pequeño espécimen por todo su cuerpo sin escaparse ningún espacio, haciendo hincapié en la zona que más dolor tiene.
Al llegar a la cabeza solo por unos minutos mantiene el silencio, pues la experta afirma que es la zona más delicada del cuerpo y es necesario tener mayor cuidado al momento de leerlo.
Trascurridos aproximadamente 15 minutos la limpia ha concluido, e inicia la interpretación manipulando el cuerpo del animal.
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Interpretación de lo que pasa
Con un cuchillo corta la epidermis del cuy a la altura del cuello y lo desprende mientras explica lo que ella observa. Es importante que el animal permanezca vivo para analizar con eficacia cada una de las partes y proporcionar un diagnóstico acertado.
Mientras la curandera expone su conocimiento, Luis G. permanece perplejo, ya que acertó en todas las dolencias sin necesidad de manifestar lo que a él le acontece. En un papel de cuaderno la especialista empieza a escribir ‘la receta’ y recomienda seguirla al pie de la letra.
Albañachi, cachiyuyo, borraja, canayuyo, grama, pataconyuyo, violeta, ortiga pequeña, raíz de frutilla, dos clases de milín, hoja de lechuga, rosas blancas, espino blanco, medio yuyo y linaza... Son los ingredientes que recomienda para iniciar su tratamiento. “Les machaca bien y en el agua que está hirviendo coloca las hierbas, esto le permitirá desinflamar la vejiga y curar la infección que usted tiene”, explica.
La afección a los huesos es algo que sale de sus manos, explica doña Rosa, por lo que le recomienda consultar a un médico y someterse a exámenes pertinentes. A la par que también afirma que debe mantener caliente el cuerpo utilizando manteca de cacao, pero insiste en que no se trata de una cura definitiva sino tan solo un alivio provisional.
La tarifa contemplada para realizar este ritual es de cinco dólares. La experta concluye con la frase: “Debe seguir el tratamiento y pedir a Dios que mejore su salud”. (MG) PUBLICIDAD:
Experiencia
Doña Rosa explica que hace sus ‘limpiezas’ a pacientes de cualquier edad. “Lo que actúa es la profunda
fe de las personas y el poder de las plantas provenientes de la pachamama”.
Desde muy niña acompañaba a su abuelo que era muy reconocido en la zona por la práctica de esta actividad. Ella comenta que desde sus 15 años empezó realizando este tipo de limpias y en la actualidad ha perfeccionado su técnica.
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