Las campanas de la iglesia de la parroquia San Luis, en el cantón Riobamba, anunciaron con su repique al pueblo lo que los fieles, presentes en la misa del quinto día de la novena, consideran un milagro, cuando en el momento de la consagración del vino habría brotado sangre desde el fondo del cáliz, según testimonio del padre Juan Carlos Zhuin.
Los pobladores solicitaron la presencia de médicos para corroborar la naturaleza de la sustancia que flotaba dentro de la mezcla de vino y agua dentro del cáliz.
Los habitantes cumplen el rezo de la novena cada noche en un sector
diferente. El lunes 19 de diciembre fue el turno del barrio Simón Bolívar, donde aproximadamente 50 devotos católicos participaban de la misa.
Entre ellas estaba Mariana Abarca de Navarrete, quien recordó lo sucedido. “Le vi al padre que miraba y miraba el vino luego de la consagración; no sabía qué pasaba, luego nos dijo: ha sucedido algo extraordinario y les voy a comunicar, veo que hay como sangre en el vino, no es normal, cuando se lo colocó no había nada y cuando lo iba a tomar apareció. Todos nos asustamos al principio”, explicó Mariana.
La iglesia aún no se pronuncia sobre este suceso
Al acercarse junto a otros testigos comprobó lo manifestado por el cura. “Soy católica y creo que el vino se convierte en la sangre de Cristo en cada misa, pero esto es asombroso”, destacó.
Tras el aviso del sacerdote y de la constatación por parte de los asistentes, los fieles se pusieron de rodillas y entre lágrimas agradecieron el milagro a Dios, para enseguida encabezar una procesión hasta la iglesia de la parroquia y depositar el cáliz en el altar.
La gente entraba y salía del templo para mirar dentro del objeto. Al acercarse constaba la presencia de una partícula que flotaba en el líquido y emanaba un fluido de color rojo. El nervioso padre solo escuchaba las opiniones de los presentes.
Anuncio:
Fueron los pobladores que solicitaron la presencia de médicos para corroborar la naturaleza de aquella sustancia que flotaba en esa mezcla de vino y agua dentro del cáliz.
El presidente del GAD parroquial, Leonardo Oleas, escoltó al padre, quien en un patrullero trasladó el cáliz hasta un laboratorio en la ciudad de Riobamba para realizar los exámenes pertinentes.
Pasada la medianoche y, en presencia de varios feligreses que querían testimoniar el hecho, el doctor Francisco Vallejos realizó las pruebas, tanto en el fluido del cáliz como en los dos frascos en los cuales los sacerdotes llevan el agua y el vino para celebrar la misa fuera del templo.
“Se hizo una determinación de hemoglobina en las muestras de vino, de agua y del líquido dentro del cáliz”, detalló.
Precisamente la última confirmó positivo para sangre. Para verificar el resultado se realizaron tres comprobaciones con diferentes marcas de reactivos y todas dieron positivo para sangre en la muestra de cáliz, y negativas en el residuo del vino y del agua por lo que se descartó una posible contaminación.
Además, la muestra fue analizada con un microscopio. Vallejos detalló que pudo apreciar un hematíe (glóbulo rojo o eritrocito, elemento de la sangre) y además la existencia de un tejido que no puede provenir de la mezcla de agua y vino. Advirtió que una determinación forense estaría en la capacidad de determinar la procedencia de dicha materia.
PUBLICIDAD:
Cuando el laboratorista confirmó que efectivamente era sangre, el padre Juan Carlos Zhuin cayó de rodillas y entre sollozos se puso a rezar. “Es un milagro, la gente está alejada de Dios, no queremos responsabilizarnos de nuestra madurez espiritual y tiene al Señor como lejano; es un llamado de atención para que regresemos a Él, la iglesia está abierta para que todos vengan”, dijo el religioso.
Explicó que el momento de la consagración es la parte esencial del rito de la misa para los católicos, en el cual la hostia y el vino, mediante una oración, se convierten en la sangre y cuerpo de Cristo. En esta ocasión, él divisó una mácula con una especie de materia que salía del fondo del cáliz y se puso nervioso cuando el vino se tornó de una coloración más rojiza que se mantuvo desde entonces, no así en otra manifestación que tuvo hace años, cuando el color desapareció enseguida.
El padre Juan comunicó que luego de haberse identificado la sustancia como sangre debía hablar con su superior, el Obispo de Riobamba, para que, de ser el caso, empiecen un proceso que determinaría si se trata de un milagro eucarístico.
Otra de las fieles, Julia Quisnancela, estuvo en primera fila y cree que esto es una respuesta a su oración durante las peticiones. “Pedí en silencio a mi Dios que me dé una señal de que mi hijo va a ver, creo que es esta. Dios sabe porqué lo hizo en nuestro pueblo”, reveló muy conmocionada. Hasta el cierre de esta edición, la iglesia no se había pronunciado oficialmente.
http://www.extra.ec/actualidad/sangre-caliz-iglesia-riobamba-ecuador-LC949836