El fin de semana las redes sociales se llenaron de quejas de usuarios de dos empresas proveedoras de internet.
El servicio se cortó sin ninguna explicación. Solo cuando la ola de reclamos tomó grandes proporciones se informó sobre un supuesto daño de un cable submarino que conecta Panamá con Ecuador.
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Una de las compañías incluso llegó a deslindar responsabilidad porque era un hecho que escapaba de su control. Lo cierto es que los ciudadanos merecen explicaciones y el perjuicio tiene que ser resarcido. Para ello hay toda una institucionalidad, específicamente superintendencias.
Pero más allá de la anécdota, en pleno siglo XXI el país tiene que reflexionar sobre la conectividad. Recientemente se produjo un ataque cibernético de escala global. ¿Qué tan preparados estamos para ello? Y además, si un cable se corta, ¿una importante parte de la población se quedaría incomunicada? En un mundo hiperconectado, todos esos temas merecen analizarse.
http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/editoriales/19/la-afectacion-a-los-usuarios-de-internet-tiene-que-resarcirse