Los usuarios de transporte público urbano y los conductores de los buses pueden comunicarse al ECU-911 o al call center de la Empresa Pública de Movilidad para solicitar el desalojo de los vendedores que suben a los autobuses.
Los pasajeros o el conductor en caso de maltrato por parte de los vendedores podrán solicitar respaldo del ECU-911 o llamar al call center de la EMOV
Esta semana, la usuaria Rosa Méndez tomó un bus en la Terminal Terrestre para dirigirse a la feria libre. Durante el recorrido, subieron tres vendedores que ofrecían dulces, discos de música y pulseras.
“Sé que todos tenemos derecho a trabajar, pero por algunos vendedores asustan o amenazan si no adquirimos su mercaderías. Se deben implementar más controles”, sugirió.
Esta situación provoca conflicto entre comerciantes, usuarios y choferes; los primeros dicen que es su fuente de trabajo, los segundos que el viaje debe ser tranquilo y los conductores no quieren permitir que se venda artículos en el interior de sus unidades.
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Situación
Carlos Balarezo, gerente encargado del control de transporte y tránsito de la empresa pública de Movilidad, EMOV, indicó que, en el último mes, se han registrado entre 10 y 12 llamadas semanales para denunciar abusos por parte de los vendedores a los pasajeros.
“Esta situación ha hecho que la Cámara de Transporte tome medidas preventivas de restricción de acceso de vendedores a las unidades con la finalidad de precautelar la seguridad de los ocupantes”, explicó.
Añadió que esta semana se reunió con tres vendedores en las instalaciones de la institución y les indicó que la “EMOV no posee la facultad para hacerlo, pero los conductores al ser responsables del servicio sí pueden prohibirlo”.
La semana pasada, un grupo de 15 personas que venden golosinas en el transporte público protestaron frente a la Alcaldía gritando “¡Queremos trabajar!”.
“Es cierto que algunos vendedores suben a los buses a robar y otros utilizan palabras agresivas para que les compren, pero no somos todos”, subrayó José Gerardo Botero, tesorero de la Asociación de Vendedores Autónomos de la Transportación del Azuay, AVATRAP.
Malestar
En las paradas, se encuentran los vendedores con maletas o mochilas donde cargan su mercadería: discos compactos de música, dulces, esferos, lápices y pulseras.
Ellos se mueven en las vías principales de la ciudad para comercializar sus productos.
Solo en el tramo que comprende la calle Presidente Córdova hasta la Unidad Educativa Técnico Salesiano, en el sur de Cuenca, tres comerciantes se subieron a una misma unidad de transporte público.
Esto causa malestar a varios usuarios.
Para Deisy Matute, pasajera habitual de la línea 22, su intranquilidad se muestra cuando con amenazas los vendedores persuaden una compra.
“Yo no estoy en contra del trabajo, pero deberían tener un carné que me garantice confianza”.
Otra usuaria, Patricia Arévalo, coincide con Matute y señaló que “varias personas se hacen pasar por vendedores para robar o vender drogas. A mi hija le han robado varias veces”. Añadió que, como usuarios deben sentirse cómodos y seguros.
http://www.eltiempo.com.ec/noticias/cuenca/2/417086/pasajeros-y-conductores-pueden-impedir-ventas