"Cuide a mis guaguas. Yo voy a morir, ya no tengo fuerzas...", alcanzo a decir William a su amigo y empleador ayer en la mañana. Pese a su agonía, tuvo en su último pensamiento a sus tiernas hijas: Margarita de 3 años de edad y Mercy, de 7 meses. "Ánimo William, no vas a morir", le dijo su jefe. Tomó un vasito de agua y colapsó.
William Borja de 40 años de edad vivía para su familia. Era el sostén de su madre, doña Elvia, quien tiene discapacidad en un brazo, su hermana Lupe, sus sobrinos, su esposa Rebeca y sus hijas. Vivía del trabajo honesto y diario laborando en alguna propiedad.
Recientemente, fue contratado para hacer limpieza en una finca a una hora del sector de Santa Rosa (éste, a 20 minutos en auto del Parque Central del cantón Limón).
En estos tiempos, algunas personas ya no usan el machete para cortar el monte sino, la motoguadaña, instrumento que le permite realizar un trabajo de desbroce de hierva de una hora en 10 minutos. Velocidad que a veces, puede ser letal.
El Viernes 17, William realizaba su trabajo con normalidad. Justo este día, no llevó su celular. A eso de las 4:30 de la tarde mientras cortaba el monte pensando en el pan que llevaría a su familia, la sierra de la motoguadaña se rompe al chocar contra una piedra y el trozo que queda en la máquina le provoca un corte profundo a unos 5 centímetros de altura de su pie derecho.
Trata de mantener la calma y pedir ayuda. Pero justo ese día, fue sin su celular. La sangre brota a borbotones. A una hora de la vía en la montaña, no hay quien lo auxilie. Intenta llegar arrastrándose a la cabaña de su jefe, pero el desangre le permite avanzar tan solo 300 metros y queda tendido, en la montaña, desangrándose toda la noche, sumando a esto, el frío de la montaña en la altura.
En la mañana, su jefe va a buscarlo y lo encuentra tirado en el monte en agonía. Notifica de esto a los servicios de emergencia. Los primeros en llegar a la escena son personal del Cuerpo de Bomberos de Limón junto a la ambulancia. Aún tiene calor en el cuerpo. Intentan reanimarlo, pero ya es tarde y fallece.
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Momentos mas tarde, llegaría la policía de Limón, como delegada de la Fiscalía para el levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue del Hospital Limón para su respectiva autopsia. Dado, la situación de emergencia sanitaria que vive el país, fue enterrado el mismo día.
Esta trágica historia de dolor, no termina con su muerte. Ahora se ahonda ya que William, era el único sustento de su familia. Enterados de esta tragedia, personas de buen corazón han ofrecido ayuda. Incluso un maestro, subir de Limón a Santa Rosa para enseñar a la niña mayor.
Doña Elvia madre de William, recibiendo apoyo de la municipalidad del cantón días anres de la desgracia. La familia no tiene casa propia, ni propiedad
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