Todos humildes. Como el 99% de los ciudadanos de la etnia shuar. Sin grandes pretensiones, pero con un corazón enorme. Hacían patria en apartados rincones del país , allá donde no llegan las vías carrozables, a días de camino por cuestas llenas de lodo.
Así deben venir a Limón o Macas. Cuando pueden, consiguen para un vuelo que les cuesta unos 20 dólares por persona. Para ellos es mucho pues sus ingresos son casi nulos.
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Josefina Guachapa
De edad aproximada 38 años. Venía a hacer gestiones porque tenía una niña con discapacidad a la que adoraba. Pertenecía al Grupo de Personas Cuidadoras de Personas con Discapacidad Creciendo Juntos de Limón Indanza. Sus compañeras la recuerdan como extremadamente amable, colaboradora y resignada, siempre puntual para asistir a los talleres. Usaba con frecuencia los vuelos Warintz-Macas para llegar a Limón, aunque cuando no había la posibilidad, llegaba caminando hasta por dos días por la vía al Zamora en Limón.
Renato Tseremp
Maestro, trabajaba en el Centro Shuar San Juan cerca a Waikiants. Se movilizó a Macas para asistir a un taller de educación.
Extrañamente y como precognición o quizá noto ya algo extraño dentro de la avioneta en vuelo, momentos antes de desaparecer, dijo a un familiar por celular: "aquí me despido de usted. No se si llegaré a la casa a ver a mis hijos y esposa".
Federico Tsuink
Era un joven que recién empezaba a vivir. Vivía en el Centro Shuar Kunkup, cerca a la frontera con el Perú, Para llegar al cantón Limón, se realiza desde allí, una caminata de 4 días a paso rápido. Federico era trabajador y muy querido por sus amigos y su familia
Carlos Montegro
Capitán. Volar era su pasión y vocación, de corazón generoso sobre todo para las comunidades shuar y achuar a quienes servía en emergencias o vuelos cotidianos. Hace minutos atrás, el Director General de la DGAC Anyelo Acosta se contactó con su padre solidarizándose con su dolor.
La desgracia ocurió ayer. Según narra Fernando Tsremp, la avioneta había salido de Warintza a las 10 de mañana, pero a eso del mediodía, notaron que algo estaba mal puesto que el viaje desde allá a Macas, toma solo 30 minutos, por lo cual se acercaron a Amazonía Verde, la empresa de avionetas, a averiguar que es lo que ocurrió.
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