Solo fotos y juguetes y sueños de lo que pudo ser y jamás será, quedan en la vida de Tatiana Vanesa Avalos, joven mujer y madre de 21 años de edad ante cuyos ojos, ocurrió la muerte de su esposo y niña y cuyos gritos de auxilio, deberán carcomer la consciencia de los políticos cuyos actos, causan estas tragedias en los habitantes de países pobres del mundo, que inundados por corrupción y violencia, buscan migrar a un país en el cual, todos han progresado.
La cara más trágica de la crisis migratoria emergió ayer: los cuerpos ahogados de una bebé, de un año y 11 meses, y su padre, ambos de El Salvador, fueron hallados en el Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas (hacia EEUU).
La esposa del hombre y madre de la niña, Tatiana Vanesa Avalos, de 21 años, narró que ella y su esposo, Óscar Alberto Martínez, de 25, intentaron cruzar el río el domingo con su hija, Valeria.
Óscar llevaba a la bebé en los hombros,pero el intrépido río causó que ésta se soltara en medio del cruce, obligando al hombre a correr en el cauce. Cuando logró sujetar a la menor, la metió a su camisa, pero sus intentos fueron en vano, ya que la corriente los arrastró y los hundió en el río.
La salvadoreña indicó que buscaron cruzar para entregarse a las autoridades estadounidenses ante la lentitud de solicitud de asilodesde México, como miles de centromericanos lo han hecho en los últimos meses.
El Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) inició un operativo en el Río Bravo para tratar de evitar que migrantes pierdan sus vidas al intentar cruzarlo (Foto: NACHO RUIZ /CUARTOSCURO.COM)
Comments