Juan no quiere que exhumen nuevamente el cuerpo de Maité Mashukat, su nieta de 4 años asesinada a golpes en Sevilla, Macas, provincia de Morona Santiago, porque "no lo podremos soportar", dice.
La niña estaba próxima a cumplir 5 años.
A pesar de que no se ha confirmado la diligencia, es algo que probablemente se haga para indagar el femicidio de la niña, dice el abuelo. "Los abogados nos dijeron que todas las pruebas están en contra del detenido. No vemos la necesidad de hacer eso (desenterrar y revisar el cuerpo)".
El crimen ocurrió el 29 de Agosto pasado, pero recién en Septiembre se descubrió que la niña fue sepultada en una finca de Sevilla Don Bosco en comunidad de Guápula y gracias a las redes sociales que alertaron del hecho, grupos de ciudadanos empezaron a protestar demandando prontitud a la justicia.
Romero Gabriel U, el padrastro, es el principal sospechoso de esta muerte atroz.
El implicado es hijo de un amigo de Juan. Conoció a Karina, madre de la pequeña Maité, cuando estudiaba en el colegio. Mantuvieron una relación, pero se separaron por un tiempo. El procesado la buscó para formar un hogar y se fueron a vivir a esa finca, donde las habría maltratado constantemente.
Maite vivia en la humilde vivienda de su familia junto a sus dos hermanos, su madre Karina y su padrastro, quien ahora el esta con prision preventiva por 90 días mientras dura la instrucción fiscal.
La niña fue sepultada en la parte trasera de la casa. Karina, la madre de la victima tuvo que callar ante las amenazas que recibió de su pareja. "Le dijo que si hablaba algo, la mataria a ella y a los dos hijos que ambos tuvieron en común", detalla el adolorido abuelo.
El presunto femicida junto a la madre de Maite
El día del femicidio, el sospechoso se había enfurecido porque Maité no pudo ir al baño y ensució la cama, según la Fiscalía. "En ese momento él se levantó y la pateó en la espalda", narra Edmundo Petsaín, secretario técnico del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Morona.
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Maité lloraba y Romero la obligó a salir de la casa de madera a golpes para que se lavara en un riachuelo. Al ver que no volvía, el implicado salió y ahí ocurrió la tragedia.
Según Petsaín, la niña no se lavó y su padrastro supuestamente tomó un palo para pegarle en la cabeza. Después habría hundido su carita en el agua para ahogarla. "El hombre regresó a casa, entró y le dijo a la madre: ya está muerta tu hija", añade.
En la información preliminar se detalla además que el presunto femicida agarró pedazos de madera, armó una caja, metió el cadáver, hizo un hueco fuera de la casa y lo sepultó.
Un día más tarde, él y Karina viajaron a Quito y se quedaron una semana. Luego regresaron a Macas para visitar a la madre de Romero y estuvieron una semana más.
Pero Karina no soportó y se escapó de la casa de su suegra. Tomó un bus y fue hasta Sucúa a donde sus parientes para contarles lo que había pasado. Entonces era el 17 de Septiembre (ver infografía).
Fuente: Extra
Allí, la familia enterada delos hechos, llamaron a la Policía Nacional. Según manifestaron al informativo digital Expresate Morona Santiago, pusieron la denuncia formal en la Fiscalía el pasado Viernes 18 de Septiembre, pero en la entidad les indicaron que no laborarían porque ya era fin de semana.
Ciudadanos piden justicia
Se conoce además que la Policía Nacional dio con el paradero del agresor el Domingo 20 de Septiembre pero al no tener una orden de prisión solo se le tomó su versión del hecho.
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La fiscal Madero explica que dentro de ese círculo de agresiones generalmente hay otras víctimas que son los menores de edad. Y los agresores principalmente son padres, padrastros o abuelos, según los análisis que se han hecho a las denuncias. "Cuando una mujer no puede evitar que alguien la maltrate, muy difícilmente podrá proteger a sus hijos", sentencia.
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Algunos detalles del resultado de la autopsia revelan que Maité habrió una rotura a nivel de su columna, tenía una costilla rota, fisura en su cráneo, golpe contundente a nivel de su ojo derecho, laceración a nivel de la nuca.
Además se presumiría que sufrió de una agresión sexual, lo cual estaría por comprobarse. Posterior a este procedimiento de ley como es la autopsia,
Ahora, Karina recibe atención psicológica, cuenta su padre, abuelo de Maité. La han visitado especialistas en algunas ocasiones tras el asesinato. "Está a cargo de la mamá y ya puede comer y también dormir", indica Juan.
LA REFLEXIÓN DE RAIDO LIMÓN SOBRE ESTE HECHO
Nos duele escribir esta nota, las lágrimas nos brotan con facilidad mientras vemos las fotos de esta niña hermosa y vital, que nunca pidio venir a este mundo. Le trayeron de allá de arriba en donde era feliz y no paraba de jugar con ángeles y mascotas, con seres de corazón tan puro que de verlos, nos enceguecerían.
Vino a la tierra y jugaba y reía y llenaba de vida lo que tocaba y miraba, pese a la humildad de sus ropas, vivienda y juguetes era felíz y murió gritando, pidiendo auxilio y destrozada a golpes.
Hoy, la estúpida justicia recién despierta. Como siempre, burócratas incapaces de sentir el dolor ajeno sino están primero en un puesto, incapaces de mover un dedo si no cobran. Con la captura y condena del psicópata que mató a Maite, se lavará las manos y la sociedad igual. Diran "misión cumplida a dormir tranquilos". Pero las Maites seguiran llegando a este mundo sin perdirles permiso y seguirán siendo violadas, reventadas los ojos, las columnas, los vientres a palos y patazos.
Seguirá porque este sistema político y educativo está podrido, porque ni políticos ni educadores obran por amor a su oficio sino por un sueldo. Y, se cosechará tazas de natalidad altas en personas que no ganan ni 100 dólares por mes, se cosechará mala alimentación que impedirá a delincuentes sentir el dolor que causan a sus víctimas, se cosechará deserción estudiantil, desnutrición, miseria, migración, mendicidad, pérdida de fe en la vida, desesperación. Se cosechará llanto y sufrimiento y muertes de Maités a mares.
QUE NUNCA PODAMOS DORMIR TRANQUILO MIENTRAS MAS MAITÉS SEAN GRITADAS, ABUSADAS, ASESINADAS
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