Inés Ramírez, una mujer indígena, es la antítesis de las abortistas que en cualquier pretexto al que tratan de justificar con uñas y dientes, matan bebés que médicos sin escrúpulos, extraen por pedazos de sus vientres. Ella, se hizo conocida a nivel mundial en todos los idiomas principales del planeta cuando se hizo una cesárea a sí misma sin conocimiento de medicina en Río Talea, un pueblo zapoteca de 500 habitantes en México, en el año 2000.
La noche del parto su esposo había salido a tomar y ella estuvo sola en su casa. Luego de 12 horas de labor de parto infructuoso, decidió sacar al bebé ella misma: se sentó en un banco, tomó un poco de alcohol etílico (si, el del botiquín), y con un cuchillo de la cocina se hizo una incisión en su abdomen.
Ines junto a su hijo. Una lección de vida para las abortistas que con cualquier pretexto, matan a sus bebés
Luego de una hora de cortar cuidadosamente llegó al útero y sacó al bebé, cortó el cordón umbilical y finalmente quedó inconsciente. Cuando se despertó se envolvió el abdomen y le dijo a su hijo Benito de 6 años que fuera por ayuda. Luego de unas horas Benito regresó con el doctor del pueblo (ahí todos viven muy lejos unos de otros y los caminos son muy malos).
El doctor le cosió la herida y luego entre varios vecinos la llevaron al hospital. Tanto ella como su bebé estaban bien, principalmente por la suerte que tuvo: la posición en la que se sentó colocó sus órganos de tal forma que su incisión no afectó sus intestinos, además de que la dosis de alcohol etílico fue inferior a la dosis letal.
La humilde casa de esta mujer humilde cuyo acto, la ha vuelto histórica
Ella no habla español, pero cuando le preguntaron porque lo hizo dijo, en su lengua natal, que cuando vio que el bebé no salía decidió que, si su bebé moría, entonces ella moriría también. Pero si su bebé crecía, ella lo vería crecer y que Dios salvaría las dos vidas.
Se cree que Ramírez es la única mujer en haber practicado una cesárea a sí misma. También se estima que fue enormemente afortunada al colocarse en la posición elegida ya que ello colocó su útero -en lugar de sus intestinos- por debajo del área de la incisión. También tuvo mucha suerte al ingerir solamente una dosis sub-letal de alcohol isopropílico. Dijo después que no aconsejaba hacer lo mismo a otras mujeres.
El caso de Inés puede compararse al de Jerri Nielsen, quien completamente sola (en el Polo Sur) se practicó una biopsia en su propio pecho y se trató exitosamente de cáncer de mama.
Es preciso notar que Nielsen era médica con experiencia y se encontraba en contacto permanente con otros médicos en los Estados Unidos vía correo electrónico. Ramírez en cambio no tuvo nunca ninguna preparación médica, y estuvo completamente sola durante su experiencia.
Fue gracias al doctor Alejandro Macías que se viralizó la historia de Inés Ramírez. Mujer zapoteca del estado de Oaxaca que, al encontrarse alejada de hospitales, parteras y sin ayuda de nadie, salvó la vida de su bebé al hacerse una cesárea ella misma.
El caso de Inés salió a relucir luego de que se informara que un médico logró realizarse una operación a sí mismo. Por lo que el doctor mexicano compartió en tweet sobre la historia de la mujer zapoteca.
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