Pedro Moncayo (Pichincha), 06 de julio de 2020.- La mañana de este lunes, en la Unidad Judicial Multicompetente del cantón Pedro Moncayo, se desarrolló la audiencia de vinculación de Andreina B., por su presunta participación en el homicidio de su hija, tipificado en el artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), cuya sanción es de diez a trece años de pena privativa de libertad.
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Durante la diligencia, el fiscal Ramiro Arroyo presentó, entre los elementos de convicción, el parte policial en el que se narra lo ocurrido el día de los hechos, el acta de levantamiento del cadáver, el informe de la autopsia médico-legal practicado al cuerpo de la víctima, la versión de la profesional de la salud que efectuó esta diligencia, quien detalló la existencia de múltiples lesiones evidentes con diferente estadio de evolución que databan de –al menos– 24 horas previas a su muerte, lo que determinó que se trató de una muerte violenta.
Además, se presentaron versiones y documentación de un médico legista que revisó a la menor el 16 de octubre de 2019, en las que se detallan maltratos físicos por parte de la madre y de su padrastro, Andrés A. Estos hechos fueron denunciados por la institución educativa a la Dinapen para su seguimiento.
En esa audiencia se presentó la versión de la maestra, del agente de Dinapen que levantó el parte de estos hechos y el informe de la institución educativa donde asistía la menor.
A estos elementos se sumaron las versiones de personas allegadas a la pareja, que confirmaron que la niña se encontraba al cuidado de Andreina B., madre de la menor, y de su padrastro, y que además conocían de los vejámenes de los que habría sido objeto la menor durante mucho tiempo, antes de su muerte.
Pese a que Fiscalía solicitó prisión preventiva para Andreina B., el juez Manuel Chamba dictó medidas sustitutivas, como presentación periódica ante la autoridad competente dos veces por semana, y la prohibición de salida del país.
Padrastro de la niña, ecuatoriano, principal acusado de la tortura y muerte de Paula
Para ello solicitó la entrega del pasaporte de la procesada.
Por este caso también se encuentra procesado Andrés A., quién cumple prisión preventiva.
La menor fue hallada muerta el 27 de marzo pasado en Tabacundo (Pichincha).
Andreina B. fue vinculada al proceso de investigación por la muerte de su hija Paula, una niña venezolana de cuatro años. La mujer, también extranjera, no quedó con prisión preventiva, pero tiene prohibición de salir del país y debe presentarse dos veces por semana ante la autoridad competente.
La audiencia se realizó la mañana de este lunes 6 de julio de 2020, en la Unidad Judicial Multicompentente del cantón Pedro Moncayo, en Quito. Paula murió el 27 de marzo de 2020, aparentemente por agresiones físicas por parte de su madre y de Washington Andrés Aimara, un ecuatoriano que tenía una relación con su progenitora.
AFiches digitales que hacen seguimiento al caso del asesinado de Paula
Él se encuentra preso. Leonardo Salazar, su padre, exige justicia por la muerte de su hija y recientemente pudo llegar a Ecuador. Él también es venezolano. "Tu voz será un escarmiento social para q más almas inocentes como la tuya no sean maltratadas, mucho menos asesinadas, como en tu caso mi angelita Paula... Tus verdugos van a pagar con la justicia del hombre por cómo te hicieron sufrir, ya la justicia divina la tienen ganada, de eso se encarga nuestro Padre creador", publicó en Instagram, hace cinco días. Andreina fue procesada por el delito de homicidio, tipificado en el artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y sancionado con pena privativa de libertad de 10 a 13 años.
Familiares pidiendo justicia para Paula
Cuando ocurrió la muerte trascendió que Andreina y Andrés “habrían salido con la menor de cuatro años de viaje desde la ciudad de Quito hasta Tabacundo, con destino a un vivero.
Página de Facebbok creada por el caso Paula
En el viaje, la menor habría vomitado dentro del carro, por lo que el sospechoso la trasladó a un baño y regresó al vehículo por ropa limpia, al volver por ella dijo haberla encontrado con la cabeza sumergida en la poceta, por lo que la llevó a un centro de salud, en donde comprueban el deceso”. Luego se determinó que la menor había sido golpeada. Sus costillas estaban rotas, la columna fracturada y tenía politraumatismos.
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