No hay resignación ante la muerte de una familia
"Todavía no puedo creer que mis hijas estén bajo estas carpas y en esos ataúdes. Queremos que nos ayuden, no tenemos recursos", entre lágrimas contó su tragedia, José Daquilema, padre, abuelo y suegro de los cinco fallecidos, quienes quedaron sepultados dentro de su vehículo, luego que abruptamente bajara un deslizamiento en el sector de Cotaló.
Los cinco féretros, los más baratos del mercado fúnebre, se encontraban dentro de una carpa de Gestión de Riesgos, en medio un polvoriento patio. Se evidenciaba la pobreza en la que viven los deudos, quienes no paraban de llorar la partida de sus amados.
Hasta Oso, el perro de la familia extraña a sus amigos
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